¿Por qué Brasil siempre habla primero en la ONU?

La tradición que revela el poder diplomático del país y su verdadera intención.

NOTICIA

9/22/2025

Cada año, la escena se repite en Nueva York: mientras los ojos del mundo se vuelven hacia la Asamblea General de la ONU, un país se destaca por un honor que pocas naciones tienen: Brasil sube al podio como el primero en pronunciar su discurso. La tradición, que parece meramente protocolaria, esconde un secreto diplomático de gran poder.

El origen de esta tradición se remonta a 1955. En medio de los años tensos de la Guerra Fría, las superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, no querían dar el primer paso y abrir las sesiones, temiendo mostrar cualquier signo de debilidad. Fue en este vacío de poder que Brasil, en un gesto de audacia y astucia, se ofreció para ocupar el lugar. Lo que comenzó como una solución pragmática para un punto muerto se ha convertido desde entonces en un activo estratégico.

El Itamaraty (Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil) ve este rol como una herramienta de oro. Ser el primero en hablar en la ONU le da al país visibilidad inmediata en uno de los escenarios más importantes del planeta. Más que eso, refuerza su imagen como una voz de consenso, capaz de mediar debates y posicionarse por encima de las polarizaciones globales.

También es una oportunidad invaluable para establecer la agenda con temas prioritarios para su política exterior, desde el cambio climático hasta la seguridad alimentaria, justo al inicio de las sesiones. Con la palabra, el presidente Lula repetirá este gesto histórico, demostrando que la tradición sigue siendo un arma poderosa en la diplomacia brasileña.

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